Pues vamos a empezar, se calienta el cazo y se echa la glicerina y la glicerina virgen.
Se remueve hasta que se disuelvan y se fusionen ambas glicerinas. Hay que procurar que no cueza y cuando este disuelta que no hierva.
Una una vez fusionadas las glicerinas se quedan en forma liquida y aprovechamos a echar el tinte para darle el color que deseemos a nuestro jabón de tocador y el aceite esencial, por supuesto adecuado para la piel.
Se coge el molde, en el mercado hay muchísimos de diferentes temas, colores, formas. y se rocía con un poquito de agua mezclada con alcohol para que no haga burbujas y se vierte la disolución.
Rociamos de nuevo con la mezcla de agua y alcohol la superficie para evitar que se formen burbujas y se lleva al congelador.
Una vez el jabón de tocador este frío, ya en estado sólido, se puede pintar. Hay unas pinturas especiales para la piel, que son cosméticas, y se puede dar color al jabón o darle algunos toques de blanco.
Espero que os animéis a hacer vuestro propio jabón casero y le deis vuestro olor y diseño personal.